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Valoración bioquímica de estrés oxidativo, fluidez de la membrana de los eritrocitos y status de antioxidantes en jugadores profesionales de fútbol y en controles sedentarios.

13/03/2011 / Fisiología

 

 Cazzola R, Russo-Volpe S, Cervato G, Cestaro B. Eur J Clin Invest. 2003 Oct;33(10):924-30. Department Preclinical Sciences, University of Milan, Milan, Italy. 

Traducción: Lic. Ma. Fernanda Insua.

El ejercicio físico se caracteriza por un incremento en el consumo de oxígeno por el cuerpo entero. Esto conduce a una disminución e los niveles de antioxidantes que puede promover tanto un incremento en los marcadores de peroxidación de lipoproteínas como un daño a la membrana de los eritrocitos, con la consecuente modificación de la fluidez de la misma.

MATERIALES Y MÉTODOS: se determinaron diferentes marcadores de estrés oxidativo, fluidez de la membrana de los eritrocitos y el status de antioxidantes en 20 jugadores de fútbol profesionales y en 20 controles sedentarios. Se midieron los lipoperóxidos plasmáticos y la cinética de peroxidación plasmática estimulada por Cu, junto con antioxidantes séricos hidrosolubles (albúmina, ácido úrico y vitamina C), liposolubles (vitamina E y bilirrubina) y enzimáticos (superóxido dismutasa y glutatión peroxidasa).

La rigidez de la membrana del eritrocito fue determinada midiendo la anisotropía de fluorescencia (rs) de la sonda fluorescente 1, 3, 5 difenilexatrieno.

RESULTADOS: los deportistas mostraron niveles mayores de los siguientes antioxidantes plasmáticos: ácido ascórbico (P<0.0001), ácido úrico (P<0.0001), alfa-tocoferol (P=0.03) y en la actividad de la superóxido dismutasa (P=0.0001).

De acuerdo a esta evidencia, se encontraron niveles significativamente mayores de lipoperóxidos (P=0.0158), la duración de la fase de latencia de la peroxidación en plasma (P=0.0123) y de la fluidez de la membrana eritrocitaria (P=0.0152) en los jugadores de fútbol.

DISCUSIÓN: los atletas bajo un entrenamiento regular y adecuado muestran un status mejorado de antioxidantes, junto con membranas eritrocitarias más fluidas, lo cual podría contribuir a mejorar tanto la resistencia periférica a la insulina como todos los intercambios metabólicos funcionales en la membrana celular.

 

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