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14/11/2013 / Entrenamiento
Desde hace varios años vengo replanteándome que lugar ocupa en mis procesos de entrenamiento el cerebro de mis jugadores.
Mirado desde una perspectiva cognitiva y emocional, pensándolo como una interface, que puede aplicar a nivel perceptivo motor mejoras que se producen en planos metabólicos y neuromusculares.
Si nuestro director de orquesta (Cerebro) no tiene claro los porque? y para que? de una tarea, va a ser imposible su aplicación al juego real.
Si la misma no respeta pautas a nivel cognitivo, a nivel de modulación de intensidad física emocional y no se desarrolla en un ambiente resonante (espacio ordenado y organizado) es posible que mis jugadores transpiren…..pero llegado el momento de aplicación real….que harán?
Seguramente seguirán ejecutando los patrones motores ya incorporados ,fijados y modelados durante años de entrenamiento.
El cerebro absorbe y reproduce los patrones que entrena.
Por tal motivo es determinante como Entrenadores-Docentes antes de plantear determinada actividad tener en claro:
• Objetivo a desarrollar en plano cognitivo
• Nivel de Complejidad de la tarea
• Volumen
• Intensidad
• Modulación de Intensidad a nivel emocional
• Pausas
• Cuando empieza a producirse perdida de calidad del patrón motor-ejercicio
Durante muchos años como P.F. busque lograr en mis jugadores mayor reclutamiento de Unidades Motoras para que sean mas Potentes……..como uno de mis objetivos…..actualmente considero que si las mejoras en planos metabólicos y neuromusculares no se desarrollan conjuntamente generando nuevos cableados a nivel neuronal (NEUROPLASTICIDAD) es posible que nuestros deportistas no expresen visibles mejoras en su rendimiento.
Profesor Alejandro Kohan
